Thursday, February 10, 2011

Transculturación, Aculturación y el título de Contrapunteo cubano del tabaco y el azúcar


En el Contrapunteo cubano del tabaco y el azúcar de Fernando Ortiz, plantea las definiciones principales de algunos términos claves de la influencia y efecto de las culturas como por ejemplo la aculturación y la transculturación. Esta lectura me pareció crucial en el entendimiento de estos términos importantes y yo traté de organizar y comprehender las definiciones que Ortiz propone en su ensayo.
Es interesante comparar la definición de Ortiz con la definición que el diccionario de la Real Academia Española muestra. El diccionario explica que la aculturación es la “recepción y asimilación de elementos culturales de un grupo humano por parte de otro.” Mientras Ortiz demuestra este término como un paso de una cultura a otra, en otras palabras es un tránsito de una cultura. La aculturación es algo forzado y la cultura original queda inferior a la cultura nueva introducida, así que gradualmente una cultura es más dominante que las otras jerarquía culturales, como por ejemplo la cultura europea se queda más dominante que la cultura nativa.
Fernando Ortiz trata de crear una autonomía cultural e inventa un término que se llama “transculturación.” Este término tiene una categoría antropológica y supera la dicotomía de aculturación: “porque éste no consiste solamente en adquirir una distinta cultura, que es lo que en rigor indica la voz anglo-americana aculturación” (Ortiz 90).  Ortiz plantea la transculturación como la integración de dos o más culturas en una nueva síntesis “la criatura siempre tiene algo de ambos progenitores, pero también siempre es distinta de cada un de los dos” (Ortiz 90). Este término tiene como un proceso histórico y cultural de influencias recíprocas, en otras palabras, no existe un dominante ni un dominado.
Además Ortiz desmiembra todas las etapas de transculturación. El primer paso de transculturación es la perdida o desarraigo de su cultura, o sea una parcial desculturación. El segundo paso es la creación de nuevas formas culturales o la producción de una neoculturación. Luego Ortiz usa la metáfora de la cópula genética, así que es algo nuevo que tienen algo de las culturas las que precede.
Un punto muy interesante es el uso del binarismo y como juega con este binarismo entre el tabaco y el azúcar desde el título del ensayo Contrapunteo cubano de tabaco y el azúcar. Este título es una metáfora entre lo autóctono y lo extranjero. El tabaco representa este autóctono porque viene de la cultura indígena y es representada como lo masculino. Mientras, el azúcar representa lo extranjero y lo colonial que está relacionado con la teoría del subdesarrollo. También el azúcar representa lo femenino que talvez podría tener un buen sentido aunque probablemente lo usa en un sentido más negativo para referir a lo explotado y lo violado.